Miércoles, 27 de Mayo de 2009 15:56 |
Vamos a imaginar que voy caminando por la calle y que me encuentro una lámpara maravillosa. La froto, que es lo que se recomienda en estos casos, y aparece un genio.
-¡Oh, mi amo, gracias por liberarme de la lámpara!- me dice.
-Nada de gracias y venga, concédeme tres deseos.
-¿Tres? No puedo concederte más que uno. Soy nuevo en este trabajo y no tengo apenas poderes.
-Pues vaya chapuzas de genio... En fin, quiero doscientos mil millones de euros.
-¿Tú estás tonto o qué?- este genio me ha salido respondón-. Si yo tuviera tanto dinero, ¿crees que iba a estar trabajando como genio, con lo incómodo que es vivir en la lámpara esa?
-Pues dime qué deseos puedes conceder y acabamos antes -le digo, ya algo impaciente.
-En realidad, lo único que puedo hacer es conseguir que te ilustre un cuento quien tu elijas...
Si esto que cuento sucediera, lo cual tiene pocas posibilidades, sin dudarlo ni dos segundos diría el nombre de QUENTIN BLAKE. Me encanta ver dibujos de Quentin Blake y nada me gustaría más que tenerle como ilustrador, como le tuvo el gran Roald Dahl, el autor de libros tan espectaculares como "Charlie y la fábrica de chocolate", "Matilda", "James y el melocotón gigante", "Las brujas" y tantos otros.
Os dejo el enlace de la web de Roald Dahl, del que hablaremos un días, o dos, o cientocatorce...
Está llena de dibujos de Quentin Blake.
Voy a salir un momento, a ver si me encuentro con una lámpara, ahora vuelvo.
http://www.roalddahl.com/
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