Cuénteme un cuento, señor Dodgson", dijo la niña. Y la que lió...
Sucedió el 4 de julio de 1862, durante un paseo por el Támesis a bordo de una barca... La tripulación estaba compuesta por el reverendo Charles Lutwidge Dodgson, su colega Robinson Duckworth y las tres hermanitas Liddell. No podía ni imaginar Alicia Liddell que, en el momento en que pidió un cuento, estaba empezando a convertirse en una de las niñas más famosas de la historia. Dodgson confesó tiempo después que comenzó la historia sin saber qué iba a ocurrir, "más por tener que decir algo que por tener algo que decir", y la primera imagen que le vino a su reverenda cabeza fue la de un conejo blanco que corría, reloj en ristre, porque llegaba tarde y que era perseguido por la niña que quería escuchar un cuento. Además de Alicia, en aquella aventura aparecían sus dos hermanas, Lorina y Edith, en los papeles del loro y el aguilucho y el reverendo Duckworth, haciendo de pato, tal como aconsejaba el comienzo de su apellido ("duck" significa pato in english). Dodgson prefirió encarnar a un dodo, una extraña ave australiana hoy extinguida, divirtiendo de paso a su audiencia a costa de los problemas que le ocasionaba con su nombre su manifiesta tartamudez: "Do-Do-Dodgson".
Duckworth no podía explicarse como aquel oscuro profesor de matemáticas, al que nunca se le oyó tartamudear una palabra más alta que otra, podía almacenar tantos disparates en la cabeza y Alicia, en cuanto pudo cerrar la boca, volvió a abrirla para pedir a su amigo que, por favor, le escribiera aquel cuento.
Aquella noche, sobre el papel, nacieron "Las Aventuras subterráneas de Alicia", el manuscrito que poco después, ante la insistencia de todos cuantos lo leyeron, se convertiría en "Alicia en el País de las Maravillas", al que seguiría, seis años después, "Alicia a través del espejo", ya firmados bajo el pseudónimo de Lewis Carroll.
El dibujo que he puesto está copiado de una foto que Lewis le hizo a la auténtica Alicia.
Ahora sigo contando la historia.
|
Una historia realmente curiosa, lo que puede llegar hacer una sola pregunta, pues menos mal que dijo un cuento,que si llega a pedir una historia...la que se lía es morrocotuda.
Enhorabuena Ángel,siempre superándote.
Gracias.
Ele